Producto Travesías de los Incas
En los Andes de América del Sur, en el apogeo de la civilización Inca, todos los caminos conducían a su capital, el Cusco. El Qhapaq Ñan, o “gran camino” en quechua, incorporó decenas de miles de kilómetros de caminos y se considera hoy una hazaña del ingenio humano. Conecta una de las regiones geográficamente más diversas del mundo: se extiende desde Colombia en el norte hasta Argentina en el sur, cruzando altas cadenas montañosas, profundos cañones, mesetas desérticas y llanuras herbosas.
Sin embargo, el Qhapaq Ñan es mucho más que una hazaña de ingeniería. Para comunicar el territorio inca -el Tawantinsuyu- de un extremo al otro, los mensajeros -llamados chasquis- transportaban por estos caminos información y objetos. Y las caravanas de llamas, que acarreaban alimentos, textiles y otros artículos, transportaban las mercancías de un lugar a otro. Así, subiendo escalones de piedra, senderos rocosos y puentes colgantes, viajaron hasta los confines de la región Andina, creando conexiones entre diversos pueblos y culturas. Como las Rutas de la Seda en Asia y las Rutas de Santiago de Compostela en Europa, el Qhapaq Ñan es una muestra de la imbricación del patrimonio cultural, natural e inmaterial. Esta contribución única al patrimonio universal de la humanidad fue reconocida en 2014, cuando el Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El nombre Qhapaq Ñan proviene de vocablos quechuas: Qhapaq, que significa ‘principal’, ‘del señor’ o ‘poderoso/ rico/sagrado’, y Ñan, que significa ‘camino/sendero/vía’.2 La noción de este gran camino o camino principal puede contribuir a comprender una parte importante de la historia de los pobladores andinos, así como la herencia que han aportado a la humanidad. La presencia física y material de la red vial, considerando sitios arqueológicos y una serie de componentes asociados dispuestos estratégicamente, con eje vertebrador en la Cordillera de los Andes y sus diversos pisos ecológicos, pero también en caminos principales, secundarios, longitudinales y transversales, proporciona indicios del gran proceso acumulativo que se dio en estos territorios de América del Sur. Asimismo, las investigaciones realizadas aluden también a aspectos inmateriales de gran valor. Por sus rutas transitaron objetos, bienes y personas, que trasladaron conocimientos, ideas y costumbres, muchos de los cuales se han retransmitido hasta el presente, configurando al Qhapaq Ñan como una magnífica red de intercambio, integración, comunicación y producción. Sobre todo, representa una oportunidad para hacer que el patrimonio cobre vida y se proyecte a las generaciones por venir, dentro de lógicas de conservación y gestión adecuadas.
El Qhapaq Ñan ha sido abordado contemporáneamente desde diversas disciplinas que destacan su gran relevancia. En su aspecto físico, el sistema vial corresponde a una red de caminos asentados en paralelo a la Cordillera de los Andes, contando también con caminos transversales hacia la Amazonía y la costa, junto con una compleja red de caminos secundarios que conectaban distintas regiones. La red está conformada por puentes, sitios ceremoniales, lugares de descanso, centros productivos y una serie de elementos de ingeniería y arquitectura que posibilitaron la conexión de los pueblos andinos. Desde la perspectiva arqueológica e histórica, los caminos manifiestan la existencia de diversas poblaciones y su concepción sistémica forma parte de la expansión inca en los Andes dentro de un gran proyecto político: el Tawantinsuyu. Este nombre en quechua hace referencia a un territorio que existió con “cuatro regiones unidas entre sí” 4, las cuales partían de la Plaza Central de la ciudad del Cusco, Perú, conocida como Hanan Hauk’aypata. Como menciona su propio expediente de nominación para ser inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, el Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, es un testimonio de diversas culturas, reinos y señoríos, y de la civilización inca, fundada en valores y principios de reciprocidad, redistribución y dualidad, que fue constituida sobre la base de un sistema de organización integrado en el paisaje de América del Sur.
Los caminos del Qhapaq Ñan y sus conexiones posibilitaban diversas actividades de intercambio de bienes, peregrinajes y recorridos, controlados bajo el sistema de organización inca. Estos tenían la finalidad de vincular a personas, transportar e intercambiar manufacturas, alimentos y materias primas, así como organizar el territorio e integrar material y simbólicamente a los pueblos originarios conquistados e incorporados al sistema político inca.
El sistema vial mantuvo su articulación en torno a un proceso de dominio geográfico del territorio, tanto para la movilidad como el asentamiento de pueblos. Sus construcciones fueron eminentemente peatonales, pero también admitían la circulación de caravanas de llamas y de ganado, sirviendo como un medio para el tránsito, la comunicación y las manifestaciones culturales. Esta compleja red vial es un testimonio de expresión social, política, arquitectónica y de ingeniería, asociada a una infraestructura material para el comercio, descanso, almacenamiento, así como a sitios de significancia religiosa y mística. 29
Los espacios que recorre el sistema vial evidencian la reproducción circular de la vida anclada en nociones del Buen Vivir (Sumak Kawsay y Suma Qamaña). En este contexto, la ayuda mutua y el trabajo recíproco (ayni), y el trabajo comunitario colectivo (minga o minka, según la región), se realizan como parte de las actividades cotidianas de mantenimiento de caminos, acondicionamiento de espacios y centros productivos o, incluso, de construcción de viviendas y diversas faenas propias del entorno rural.
Los caminos del Qhapaq Ñan han pasado por procesos de modificación desde su creación. Algunos sirvieron de base para construir las actuales carreteras, por ejemplo, la carretera Panamericana, lo que permitió su reutilización, muchas veces alterando, destruyendo o reemplazando sus características constructivas originales. En otros casos, sus piedras sirvieron de material para nuevas construcciones en zonas rurales donde los pobladores las usaron para dar forma a otras estructuras tales como muros, cercos de terrenos y casas.
Para Ecuador, la UNESCO consideró 108,87 Km de Qhapaq Ñan, donde se catalogaron 49 sitios arqueológicos (tolas, pucarás, centros administrativos, ceremoniales, petroglifos, apachitas, estelas, puentes), en cuyo trayecto se asientan comunidades indígenas, afroecuatorianas y mestizas. Este camino atraviesa por diferentes formaciones vegetales como: ceja andina, páramos, pajonales y valles secos interandinos.
A una hora de la Ciudad de Cuenca, viajando en transporte turístico se encuentra la entrada al pueblo de Nabón. Aquí se puede recorrer sus tradicionales calles, y posteriormente tomar la ruta con dirección este, hacia los vestigios arqueológicos de Dumapara, localizados en la vera del camino, y luego pasar por el antiguo pueblo de Cochapata. Desde aquí el turista podrá caminar por tramos, en los ramales del Qhapaq Ñan, hasta llegar al sitio arqueológico de Raric, perteneciente al período Formativo de la historia ecuatoriana. Desde este lugar, puede dirigirse al pueblo de Oña o Saraguro.
En Dumapara, se encuentra un complejo arqueológico que se considera como los vestigios del Cacique Cañari Duma, quien infringió en el Portete de Tarqui una dura derrota al ejército imperial de Tupac Yupanqui, viéndose obligado a retroceder hasta Loja. Una vez consolidado el control de los Incas, ésta edificación hizo parte de la red de Tambos Reales con Qancha, Qallancas y aposentos.
Entre varias evidencias del Qhapaq Ñan en este tramo, es posible observar los estribos de los puentes de Chacahuilo sobre el río Negro, entre Cochapata y Oña, y el puente de Chaqapata sobre el río Oña, en el límite de las provincias andinas de Azuay y Loja.
En la zona de Udushapa, los visitantes contemplarán los muros de edificaciones de hasta dos metros de altura, con sus respectivas concavidades trapezoidales, como evidencia de la arquitectura andina tradicional. En Raric, además de ser un sitio de enterramientos del Formativo (más de 4.000 años de antigüedad), pueden observar los vestigios del camino asociados a una serie de cuevas y minas de sal mineral, que han sido utilizadas desde tiempos preincaicos.
En la vecina provincia de Loja, los turistas pueden mirar el Wamanin de Tambo Blanco, centro administrativo secundario en las cercanías de la población de San Lucas; mientras que cerca de Saraguro está localizado el Tambo menor de Ingapirca.
El Qhapaq Ñan o más conocido como el Camino de Inka, es uno de los productos emblemáticos de Ecuador, Perú y Bolivia y que Saraguro necesita poner en valor turístico. Además, esta ruta que cruza de Norte a Sur el Cantón o viceversa, representa el segundo atractivo en importancia de Saraguro y con gran potencial para transformarlo en producto. El subtramo del Qhapaq Ñan que va desde el León Dormido a Saraguro, y la otra sección que cruza por Oñacapac – Inkapirka – Ciudadela, presentan increíbles paisajes y vestigios. También, existen otros subtramos entre Cumbe y Chamical, Saraguro – Gera, Ñamarín – Oñacapac, y sitios arqueológicos como el cerro Putushio, Baños del Inka que también pueden ser parte de la visita de turistas y viajeros.
En Saraguro podrás ser parte del producto turístico Camino del Inca, descrito en nuestra página web, del cual forman parte todos los caminos ancestrales, el Baño de Inca, Inkapirca, las artesanías de Ñamarín la arquitectura tradicional y vernácula de Saraguro, sus comunidades y áreas rurales. En la actualidad este producto se viene operando en la comunidad de Gera principalmente, por su arquitectura, vestigios, pucaras y actividades.
Las actividades que se pueden desarrollar durante este trayecto son: senderismo, visita a comunidades, interpretación histórica, visita a unidades agrícolas de producción familiar, compartir las costumbres y tradiciones de la vida rural, compra de artesanías, disfrutar de bebidas tradicionales (guajango) y camping.
Visita https://visitsaraguro.com/travesiadelosincas/ y disfruta de todo lo que Saraguro tiene para recordar, apreciar y conocer sobre el Qhapaq Ñan.
QHAPAQ ÑAN, PROMOVIENDO EL TURISMO PATRIMONIAL COMUNITARIO – PNUD – UNESCO
https://www.undp.org/es/ecuador/projects/qhapaq-ñan-promoviendo-el-turismo-patrimonial-comunitario Pag 27
QHAPAQ ÑAN, PROMOVIENDO EL TURISMO PATRIMONIAL COMUNITARIO – PNUD – UNESCO
https://www.undp.org/es/ecuador/projects/qhapaq-ñan-promoviendo-el-turismo-patrimonial-comunitarioPag4
https://www.patrimoniocultural.gob.ec/qhapaq-nan-sistema-vial-andino/
QHAPAQ ÑAN SISTEMA VIAL ANDINO
https://www.patrimoniocultural.gob.ec/qhapaq-nan-sistema-vial-andino/
Recorra en Ecuador 108 km de la ruta arqueológica del Qhapaq Ñan
https://www.turismo.gob.ec/recorra-en-ecuador-108-km-de-la-ruta-arqueologica-del-qhapaq-nan/
Ecuador – Illa
https://www.qhapaqnan-iila.com/es/i-paesi-del-qhapaq-nan/ecuador/
Plan estratégico de turismo para Saraguro – Saraguro (2021)
Producto Travesía de los incas
Qhapaq Ñan – Sistema vial andino – UNESCO